¡Desconecta y ponte en movimiento!

Esto no se trata de aprender cómo conseguir el cuerpo perfecto o lidiar con los problemas que puede tener con la forma en que se ve su cuerpo. Es normal para los jóvenes en el que quieren encajar pareciendo un cierto ideal y no sobresaliendo, pero la salud mental se trata de priorizar su bienestar en lugar de empujarse a ti mismo a parecer un filtro.
Tal vez ya estés muy activo, tal vez eres una patata de sofá, no importa el nivel que empiezas, tenemos información y consejos para ti aquí.
Aquí encontrarás respuestas a las siguientes preguntas:
  • ¿Por qué es tan importante la actividad física?
  • Beneficios de mantenerse activo para tu salud mental
  • Cómo empezar a moverte

¿Quieres aprender más sobre la actividad física?

Si te interesa explorar este tema de manera más interactiva y planificar tus objetivos deportivos con éxito, te invitamos a revisar nuestro módulo eSano "¡Desconecta y ponte en movimiento!"

¿Por qué es tan importante la actividad física?

Además de los evidentes efectos positivos en tu cuerpo, como mantener un peso saludable y un funcionamiento óptimo, estar activo/a y cuidar tu cuerpo también tiene un impacto significativo en tu salud mental. En muchas situaciones, puede ser incluso más efectivo ejercitar tu cuerpo que atormentarte con pensamientos sobre un problema (especialmente si reflexionar sobre ello no lo resuelve, sino que lo agrava).
Según organizaciones de salud oficiales, los jóvenes no realizan suficiente ejercicio: el 80% de los niños/as y adolescentes no cumplen con los 60 minutos diarios de actividad física moderada recomendados.

También es cierto que, en general, la población no hace suficiente ejercicio – ¡los jóvenes son en realidad más activos! Entonces, ¿por qué existe tanta preocupación? Esto se debe a que, cuando eres joven, es más fácil mantenerse activo: no tienes un trabajo a tiempo completo, tu cuerpo es más resistente y cuentas con una amplia oferta de actividades deportivas. Todo esto te otorga ** un beneficio importante para la salud a largo plazo**. La adolescencia es un período crítico en el que muchas personas pierden el hábito de moverse de manera saludable que habían desarrollado durante la infancia.

Si te interesa comprender mejor la relación entre la mente y el cuerpo, y cómo usar ese conocimiento para mejorar tu salud mental, por favor visita mind & body.

Beneficios de la actividad física para tu salud general y mental

Esto es lo que sucede cuando haces deporte:

En resumen, la actividad física actúa como un estrés positivo para el cuerpo, lo que, con el tiempo, puede aumentar la resiliencia tanto física como mental. Sin embargo, puede ser exigente, por lo que es fundamental no excederse: escuchar a tu cuerpo y decidir qué es lo mejor para ti en cada momento es una parte clave para ejercitarte de forma saludable.

Otros efectos secundarios positivos:
  • Evaluación de nivel de energía: El deporte te permite evaluar rápidamente tu nivel de energía y bienestar diario, lo que te permite ajustar tu carga de trabajo según lo necesites (“Quizás no salga esta noche”).

  • Deportes en equipo: Te conectas fácilmente con otras personas y adquieres habilidades sociales importantes, como la colaboración y la competencia saludable.

¿Sabías que?: Participar en deportes en equipo reduce el riesgo de abuso de sustancias y otros comportamientos peligrosos en la juventud.

El deporte también puede ser una estrategia efectiva para reducir el estrés y regular tus emociones. Mantenerte en forma y activo disminuye el riesgo de problemas mentales asociados con el estrés, como la ansiedad o la depresión.

Ahora, enfoquémonos en cómo comenzar o mantenerte activo.

Cómo moverse

Existen muchas razones diferentes por las que las personas hacen deporte, y a menudo la salud mental ni siquiera es un aspecto en el que piensan. A veces es obligatorio (como en la escuela), otras quieres formar parte del grupo (si todos tus amigos se reúnen para jugar al fútbol) o simplemente se busca perder un poco de peso.

Unirte a un equipo o grupo deportivo puede ayudarte en muchos niveles: te proporciona una rutina, te ofrece recompensas naturales (divertirte con tus amigos/as) y te motivará incluso en los días que no tengas ganas.

¿Por qué no echas un vistazo a las opciones disponibles en tu zona? No tienes que continuar si decides que no te gusta después de probarlo.

Los psicólogos deportivos ofrecen algunos consejos que puedes seguir:
  • Moverse ≠ hacer entrenamientos avanzados. Incorpora más movimiento en tu vida diaria: utiliza las escaleras en lugar del ascensor, monta en bicicleta para ir a la escuela o a casa de tus amigos/as, o da un paseo mientras hablas por teléfono.

  • Encuentra algo que realmente te motive hasta que tengas una rutina. Puedes trabajar con pequeñas recompensas si es necesario, o asociar el ejercicio con algo agradable, como un batido saludable o ver un episodio de tu serie favorita después.

  • Encuentra compañía. Hacer deporte con otras personas puede ayudar a motivarse mutuamente.

  • Establece metas realistas. No empieces con el objetivo de hacer ejercicio 5 veces a la semana; ¡comienza con 1-2 veces! Así te sentirás más motivado, y podrás aumentar la frecuencia una vez que hayas establecido una rutina.