Concienciación en salud mental, desestigmatización e identificación de signos tempranos de problemas de salud mental
En esta sesión, aprenderá más sobre:
- ¿Qué es la salud mental?
- ¿Por qué es importante abordar y promover la salud mental?
- ¿Cuáles son las causas de los problemas de salud mental?
- Concienciación en salud mental: ¿qué tipos de problemas de salud mental existen?
- Otras formas de apoyar la salud mental de los estudiantes

¿Qué significa la salud mental?
La salud mental abarca todo lo que ocurre en nuestro interior, incluyendo pensamientos, emociones, concentración, motivación y recuerdos. Incluso los sueños forman parte de este conjunto. Estar mentalmente sano no se limita únicamente a la ausencia de enfermedades mentales; implica la capacidad de adaptarse de manera efectiva a los desafíos de la vida, tanto positivos como negativos. Abarca varios aspectos del bienestar, incluyendo la resiliencia emocional, el funcionamiento cognitivo, las relaciones interpersonales y la capacidad para afrontar el estrés.
Es importante recalcar que tenemos salud mental, así como tenemos salud física. Al igual que la salud física, la salud mental puede coexistir con enfermedades mentales.
Para comprender plenamente la salud mental, uno debe entender sus tres componentes interconectados: el malestar mental, los problemas de salud mental y los trastornos mentales.
La salud mental es más que la ausencia de trastornos mentales. Es el estado de bienestar mental en el que un individuo se da cuenta de sus propias habilidades, puede afrontar los estreses normales de la vida, puede trabajar de manera productiva y es capaz de contribuir a su comunidad.
Organización Mundial de la Salud
¿Cuáles son las causas de los problemas de salud mental?
Los problemas de salud pueden tener muchas causas y pueden estar influenciados por diferentes factores, por ejemplo, factores biológicos, factores sociales, factores psicológicos.
Los factores biológicos están relacionados con la biología, la anatomía y la genética de las personas en particular… por ejemplo hay ciertos factores que pueden influir en la salud mental de un/a adolescente como padecer enfermedades crónicas, tener traumas, antecedentes familiares de trastornos mentales o infecciones cerebrales.
Los factores sociales están relacionados con problemas y dinámicas interpersonales que afectan la salud mental. Por ejemplo, un adolescente que pasa mucho tiempo con su familia puede verse profundamente afectado por problemas que afectan a esa esfera. Lo mismo ocurre en la escuela, donde los conflictos con compañeros, las dificultades académicas o el acoso pueden dar lugar a problemas de salud mental. Otros factores sociales importantes incluyen las relaciones interpersonales, la cultura, el entorno laboral, el estatus socioeconómico, la vivienda y el aislamiento social, entre otros.
Finalmente, están los factores psicológicos, que incluyen creencias, actitudes, motivaciones, respuestas emocionales y habilidades para afrontar los desafíos diarios. Por ejemplo, ser sensible o no tener las habilidades adecuadas para resolver problemas puede llevar a consecuencias negativas, como la falta de confianza o la baja autoestima.
Si bien ninguno de estos factores, por sí solo, suele causar problemas de salud mental, su combinación puede dar lugar a dificultades significativas en este ámbito.
¿Por qué es importante la salud mental?

¿Cuáles son las consecuencias de los problemas de salud mental?
La prevalencia de problemas de salud mental
Los problemas de salud mental son cada vez más comunes entre los jóvenes. En Europa, aproximadamente 9 millones de individuos de entre 10 y 19 años se ven afectados por estos problemas. Esta estadística subraya la alta probabilidad de encontrar estudiantes que enfrentan tales desafíos en nuestras aulas.
A nivel mundial, el 20% de los niños/as y adolescentes muestran signos de enfermedad mental y entre el 4 y el 6% de ellos necesita tratamiento clínico (OMS, 2005).
¿Por qué es importante la detección temprana de problemas de salud mental?
Inicio temprano: Los problemas de salud mental suelen aparecer durante la adolescencia; de hecho, aproximadamente la mitad de los adultos afectados reportan que sus síntomas comenzaron en esa etapa de sus vidas. Reconocer y abordar estos problemas a tiempo puede facilitar un tratamiento adecuado y mejorar la efectividad.
Prevención e intervención: No diagnosticar y no intervenir a tiempo puede provocar dificultades en el ámbito familiar, educativo y social para los niños/as y adolescentes que enfrentan problemas de salud mental. La intervención temprana puede ayudar a mitigar el impacto de estos desafíos y promover resultados más saludables a largo plazo.
Reducción del estigma: Muchas personas, incluidos los/las jóvenes, encuentran difícil discutir abiertamente sobre sus preocupaciones relacionadas con la salud mental debido al estigma y al miedo al juicio. Fomentar la comprensión y el apoyo puede ayudar a reducir el estigma y alentar la búsqueda de ayuda.
Bienestar y resiliencia: Mantener una buena salud mental promueve la resiliencia, lo que permite a los estudiantes enfrentar desafíos y contratiempos de manera efectiva. Reconocer la importancia de la salud emocional y psicológica contribuye a crear un ambiente de aprendizaje propicio, donde todos los estudiantes tienen la oportunidad de prosperar. Valorar la salud emocional y psicológica de los estudiantes es tan crucial como su éxito académico, y fomenta un entorno educativo nutritivo e inclusivo.
Desarrollo social y emocional: La salud mental desempeña un papel fundamental en la capacidad de los estudiantes para desarrollar habilidades sociales y emocionales esenciales, como la empatía, la comunicación y la resolución de conflictos. Aquellos que gozan de buena salud mental gestionan mejor sus emociones, manejan con mayor facilidad en situaciones sociales y construyen relaciones saludables con sus compañeros/as y adultos.
Ambiente del aula: Los problemas de salud mental pueden manifestarse a través de comportamientos disruptivos, aislamiento o dificultad para interactuar con los demás, afectando la atmósfera general del aula. El bienestar mental de los estudiantes influye en la dinámica grupal, la colaboración y la participación en las actividades, dando forma al entorno de aprendizaje para todos.
Rendimiento académico: La salud mental de los estudiantes tiene un impacto significativo en su rendimiento académico. Los retos como la dificultad para concentrarse, la incapacidad de retener información y la falta de motivación para completar tareas pueden obstaculizar el progreso académico. Reconocer y abordar las preocupaciones relacionadas con la salud mental es fundamental para apoyar el trayecto educativo de los estudiantes y asegurar su éxito académico.
Resultados a largo plazo: Priorizar la salud mental de los estudiantes puede tener beneficios a largo plazo tanto para los individuos como para la sociedad en su conjunto. Al invertir en el bienestar mental de los estudiantes, los educadores contribuyen a la formación de una generación futura más saludable, feliz y productiva. Los estudiantes que gozan de buena salud mental tienen más facilidad para aprender y comprometerse, lo que les permite realizar aportes positivos a la sociedad y mejorar su productividad y éxito en el futuro.
Mitos y verdades sobre las enfermedades mentales

“ Todas las personas que son sensibles o que tienen cambios de humor tienen problemas de salud mental.”
** Realidad:** No todas las personas con cambios de humor o que lloran fácilmente tienen problemas de salud mental. Todos podemos tener un mal día o problemas temporales sin que eso signifique tener problemas de salud mental. También depende de la personalidad: algunas personas son un poco más sensibles o impulsivas que otras. Solo hay un problema cuando estos rasgos son extremos, persisten durante mucho tiempo, tienen consecuencias negativas o afectan a la persona. Entonces se debería buscar apoyo.
“ Solo las personas débiles pueden tener problemas de salud mental.”
** Realidad:** Todos podemos tener problemas de salud mental. Un estilo de vida saludable y técnicas de gestión emocional pueden reducir el riesgo.


“ Los problemas de salud mental aparecen sin ninguna señal previa.”
Realidad: Existen señales tempranas de problemas de salud mental, como la falta de apetito o problemas para dormir, y es importante reconocerlas.
“Una vez que alguien tiene una enfermedad mental, nunca volverá a estar sano.”
Realidad: Una persona puede recuperarse (gradualmente) o estabilizar su situación mediante psicoterapia, medicación o apoyo. Incluso si alguien no puede recuperarse por completo, puede desarrollar estrategias y aprender a vivir con su condición.


“El resto de personas no podemos hacer nada para ayudar a alguien con problemas de salud mental.”
Realidad: El apoyo y la aceptación del entorno social son muy importantes para las personas que enfrentan problemas de salud mental. La familia, los amigos/as o los y las profesores/as también pueden desempeñar un papel crucial en el proceso de psicoterapia.
¿Qué tipos de problemas de salud mental existen?
En el Módulo: "Conciencia sobre la salud mental", puede aprender más sobre el malestar mental, los problemas de salud mental y los trastornos/enfermedades mentales.
Las enfermedades o trastornos mentales se definen como alteraciones clínicamente significativas y persistentes en la cognición, las emociones, la salud física o el comportamiento, que generan angustia o deterioro en áreas clave del funcionamiento diario. Estos trastornos deben ser diagnosticados por profesionales de la salud capacitados, quienes utilizan criterios establecidos para garantizar una evaluación precisa. Además, requieren tratamientos basados en evidencia, que son fundamentales para abordar las necesidades específicas de cada individuo y facilitar su recuperación.
Si como docente tienes inquietudes acerca de la salud mental de un/a estudiante, es fundamental que comuniques tus preocupaciones a la persona adecuada en el centro escolar, como los psicólogos escolares o los trabajadores sociales responsables de evaluar el estado de salud del estudiante.
Existen diferentes tipos de enfermedades mentales. Cada enfermedad pertenece a categorías específicas:
Depresión
La depresión se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza y desánimo que duran un período prolongado, generalmente al menos dos semanas, lo cual es necesario para su diagnóstico. Esta condición impacta significativamente en el funcionamiento diario de quienes la padecen. Los síntomas comunes incluyen sentimientos de desesperanza, desesperación, culpa, falta de autoestima, fatiga y falta de motivación. En casos severos, pueden presentarse pensamientos suicidas, lo que representa una amenaza grave para la vida. La depresión afecta negativamente la autoestima, los patrones de sueño, el apetito y la salud física, perjudicando así múltiples aspectos de la vida de un estudiante. Incluso en su forma más leve, la depresión puede dificultar las actividades cotidianas, aunque no necesariamente interfiere de manera total con el funcionamiento normal.
En los adolescentes, identificar la depresión puede ser un desafío, ya que pueden presentar señales tempranas diferentes a las de los adultos. Por ejemplo, irritabilidad, cambios en los patrones de sueño, aislamiento social, alteraciones en el apetito o quejas físicas.
Los estudiantes pueden mostrarse retraídos, frecuentemente cansados, tener dificultades para concentrarse o exhibir una preocupación excesiva, además de evitar ciertas situaciones o actividades.
Trastorno bipolar
El trastorno bipolar, anteriormente conocido como depresión maníaca, afecta principalmente el estado de ánimo. Las personas diagnosticadas con este trastorno suelen experimentar episodios maníacos o hipomaníacos (un aumento de energía y euforia) y episodios depresivos (sentimientos de tristeza profunda), junto con la posibilidad de presentar síntomas psicóticos. Aunque todos experimentamos fluctuaciones en el estado de ánimo, quienes padecen trastorno bipolar a menudo enfrentan cambios extremadamente intensos que impactan significativamente su vida diaria. Entre los episodios, puede haber períodos de estabilidad en los que los síntomas son menos pronunciados.
Los estudiantes pueden mostrar variaciones extremas en su estado de ánimo, que van desde una energía desbordante, una tendencia a hablar en exceso y un exceso de confianza, hasta episodios de profunda tristeza, letargo y desesperanza.
La ansiedad es una respuesta emocional que se caracteriza por sentimientos de preocupación, tensión o miedo, a menudo en anticipación de eventos futuros o amenazas percibidas. Aunque la ansiedad ocasional es una parte normal de la experiencia humana, los episodios intensos o prolongados pueden volverse abrumadores y pueden ir acompañados de síntomas físicos, como insomnio, palpitaciones o ataques de pánico.
Los trastornos de ansiedad, que incluyen el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), la ansiedad social (fobia social), el trastorno de pánico, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), se diagnostican según la naturaleza y gravedad de los síntomas. Además, algunas personas pueden experimentar dificultades significativas relacionadas con la ansiedad sin que se les asigne un diagnóstico específico.

Los trastornos psicóticos abarcan enfermedades mentales severas que generalmente emergen durante la adolescencia y se caracterizan por una pérdida de contacto con la realidad. Durante los episodios psicóticos, los individuos pueden tener dificultades para distinguir entre lo que es real y lo que no, experimentando interrupciones en sus pensamientos, percepciones, emociones y comportamientos. Esto puede manifestarse en acciones como evitar el contacto visual, alejarse de las personas o sentir una desconexión emocional, lo que a menudo lleva a una profunda angustia.
La aparición de estos síntomas se denomina episodio psicótico, que puede incluir creencias erróneas (delirios) y experiencias sensoriales distorsionadas (alucinaciones), así como un habla incoherente y comportamientos inapropiados. Es importante destacar que los síntomas psicóticos pueden presentarse de forma aislada o de manera breve y temporal en el contexto de otros trastornos mentales. El trastorno más común en esta categoría es la esquizofrenia.

El papel de los maestros
En el Módulo de "Conciencia sobre la Salud Mental" en la plataforma de intervención, puedes aprender los pasos a seguir en caso de que sientas preocupación por la salud mental de uno de sus alumnos/as.
Ten en cuenta que identificar un síntoma particular de una enfermedad mental en un estudiante no significa necesariamente que tenga la enfermedad. Sin embargo, si el síntoma persiste y afecta gravemente su vida diaria, se deben hacer las derivaciones adecuadas.
Cuando sea necesario proteger a los estudiantes (por ejemplo, en casos de autolesiones, ideas suicidas o indicios de abuso), es esencial seguir los protocolos locales adecuados. Es fundamental informar de inmediato al equipo directivo y el equipo de psicopedagogos de la escuela, y contactar a la familia del estudiante sin perder el tiempo.
En el módulo "Estrategias de comunicación eficaz para profesores", encontrarás más consejos para abordar estas situaciones, proporcionar apoyo, escuchar con empatía y garantizar la seguridad de los jóvenes Aquí nos centraremos en dar algunos consejos de qué hacer en caso de que seas consciente de que algunos de tus alumnos tienen problemas de salud mental.
Si buscas formas de fomentar la resiliencia y una actitud positiva de aprendizaje en tus alumnos, consulta el módulo de eSano "Cultivar una mentalidad de crecimiento en los alumnos". Ofrece técnicas prácticas para ayudar a los estudiantes a aceptar los retos y desarrollar el amor por el aprendizaje.

Otras maneras de promover la salud mental de los estudiantes
Crear un ambiente de apoyo: Fomentar una atmósfera en el aula donde los estudiantes se sientan seguros y cómodos para discutir sus sentimientos y preocupaciones.
Fomentar la comunicación abierta: Alentar a los estudiantes a hablar sobre sus emociones y experiencias y ser un oyente activo cuando lo hagan. Ofrece consuelo y tranquilidad sin juicios.
Ofrecer recursos: Proporcionar a los estudiantes información sobre los recursos de salud mental disponibles dentro del centro escolar o a la comunidad, como servicios de piscología, grupos de apoyo o líneas directas.
Ser flexible: Mostrar disposición para adaptarse a las necesidades de los estudiantes relacionadas con su salud mental, como ofrecer tiempo adicional para completar tareas o permitir descansos durante momentos de estrés.
Colaborar con padres/madres/tutores: Mantener una comunicación abierta con los padres, madres o tutores de los estudiantes, compartiendo cualquier preocupación que tengas y trabajando juntos para apoyar el bienestar del estudiante.
Promover el autocuidado: Fomentar prácticas de autocuidado, como técnicas de relajación, ejercicios de atención plena y estrategias saludables de afrontamiento, puede ayudar a los estudiantes a entender la importancia de cuidar su bienestar mental. Modelar estas estrategias de afrontamiento saludables es especialmente eficaz, ya que permite demostrar a los estudiantes cómo implementarlas en su vida diaria.
Hay varias acciones que puedes llevar a cabo para normalizar la salud mental en el aula. Como probablemente aprendiste en el módulo sobre aprendizaje social y emocional, el ejemplo de conductas positivas puede ayudar a enseñar a los estudiantes y a promover un ambiente escolar en el que la salud mental se discuta, se entienda y se apoye abiertamente. Esto facilita que los estudiantes busquen ayuda y gestionen su propio bienestar.
1. Discutir emociones: Fomentar el diálogo abierto sobre las emociones, promoviendo el respeto y la empatía hacia las emociones diversas. Identificar el estímulo que desencadenó la emoción, nombrar la emoción y tratar de entender por qué provocó esa emoción. Debemos entender que cada persona interpreta la realidad de manera diferente, generando emociones completamente diferentes y válidas. Esto implica promover el respeto y la empatía hacia todas las emociones y, si es necesario, ayudar a gestionarlas adecuadamente.
2. Hablar sobre cómo nos sentimos acerca de nosotros mismos - Este es un paso crucial para ser un buen modelo a seguir para los estudiantes. Al modelar la autoconciencia y una percepción positiva de uno mismo, establecemos un ejemplo que los estudiantes pueden seguir.
3. Resaltar el valor de buscar apoyo: Es fundamental enfatizar la importancia de solicitar asistencia cuando sea necesario, subrayando el papel esencial de los profesionales de la salud mental.
4. Cultivar el uso consciente del lenguaje: Debemos ser conscientes del lenguaje relacionado con la salud mental para desafiar estereotipos y reducir el estigma asociado a estos temas.
Ideas clave de salud mental para profesores
Priorizar la salud mental de los jóvenes beneficia no solo su bienestar actual, sino también el futuro del país y sus ciudadanos. Fomentar una buena salud mental puede prevenir que los problemas persistan en la adultez. Es preocupante que aproximadamente el 14% de los jóvenes experimenten problemas de salud mental, una cifra que ha ido en aunmento desde 2019, según la OMS.
Cualquier cambio significativo en el comportamiento de los estudiantes, como llegar a clase somnolientos, no comer, vomitar o sentirse mareados, podría indicar un problema emocional subyacente que necesita ser atendido.
Sentimientos persistentes de tristeza, irritabilidad extrema o comportamientos autolesivos pueden ser señales de un problema emocional que requiere atención.
Tanto la falta de interacción como la hiperactividad en los chicos/as pueden ser indicativos de dificultades emocionales que necesitan ser atendidas.
Es crucial facilitar la expresión de las emociones y preocupaciones de los alumnos/as sin interpretarlos o minimizarlos, fomentando un ambiente de libertad y confianza.
Si somos conscientes de que un estudiante está sufriendo un problema de salud mental, es importante colaborar tanto con los servicios de salud mental como con las familias para promover su bienestar.