Promoviendo la salud mental en el entorno escolar

En esta página aprenderás sobre
- Bases para interactuar con adolescentes que experimentan problemas emocionales (por ejemplo, ansiedad, tristeza, estrés, soledad, baja autoestima)
- Elementos clave de una gestión eficaz del aula
Mejorar la comunicación
Si quieres mejorar la comunicación con tu alumno, consulta el módulo de eSano "Estrategias de comunicación eficaz para profesores".
Si quieres inspiración sobre cómo crear un debate fácil, divertido y vívido sobre temas y retos emocionales con tus alumnos, consulta el módulo {< link-esano-module title=""Introducción a las sesiones de tutoría para profesores"" module=“teachers.tutoring-sessions” >}} en eSano
Si desea crear lecciones de educación física atractivas y potenciadoras que motiven a sus alumnos y mejoren su bienestar físico, consulte el módulo de eSano "Lecciones potenciadoras de educación física".

Mejorar la comunicación

1. Escuchar Activamente
Proporcionar un espacio seguro y privado para que el estudiante hable.
Escuchar sin interrumpir y mostrar empatía; por ejemplo, mantener contacto visual, girar el cuerpo hacia el estudiante, mostrar una sonrisa amigable y asentir durante la conversación son gestos que demuestran interés y respeto por lo que el estudiante te está contando.
Reconocer sus sentimientos y validar su experiencia.
2. Expresar preocupación y apoyo
Hacerle saber al estudiante que te importa y que estás ahí para darle apoyo.
Enviar mensajes en primera persona: Es más empático y sensible expresar al estudiante “Tengo la sensación de que has cambiado últimamente” en lugar de simplemente decir “Has cambiado”.
Usar un lenguaje tranquilizador, como “Me alegra mucho que me hayas contado esto” o “Parece que estás pasando por un momento difícil.”
Aliviar la presión: Hacerle saber que no es la primera persona en estar en tal situación, saber y entender que otra gente lo ha sufrido puede aliviar la presión y mostrar una nueva perspectiva.
3. Evaluar la gravedad
- Determinar si el estudiante está en peligro inmediato (por ejemplo, pensamientos de autolesionarse o hacer daño a otros). Si hay un riesgo de daño, busca ayuda inmediata de los orientadores o psicólogos/as escolares o administradores y activa el protocolo de acción adecuado.
4. Referir al psicopedagogo/a escolar
Anímale a hablar con el orientador/a o psicólogo/a escolar o un/a profesional de salud mental en el sistema de salud para recibir apoyo profesional.
Ofrecer acompañar al estudiante al orientador/a o psicólogo/a escolar si se siente con nervios e inseguridad.
5. Involucrar a los padres o tutores:
Anímale a hablar y buscar apoyo de sus padres.
Con el consentimiento del estudiante, informar a su padre/madre o tutores sobre la situación. El apoyo parental puede ser crucial para abordar los desafíos emocionales.
Asegúrate de que el enfoque sea sensible y respete la privacidad del estudiante.
6. Hacer seguimiento
Hablar regularmente con el/la estudiante para saber cómo se siente.
Proporcionar apoyo constante y ser una persona de confianza en su vida escolar.
7. Desestigmatizar los problemas emocionales
- Romper el silencio y abordar la salud mental puede ayudar a desestigmatizar estos temas. Es esencial mostrar que hablar sobre problemas emocionales y de salud mental es algo normal.
**8. Desarrollar los pasos para buscar una solución **
- A veces, los estudiantes con problemas de salud mental se sienten abrumados porque no pueden mantenerse al día con las tareas escolares o las lecciones. Puede ser útil establecer prioridades y objetivos, dejando claro que la salud siempre debe ser la prioridad. También es beneficioso identificar las consecuencias tanto positivas como negativas.
9. Límites
- Un docente no es un terapeuta. Es importante tener los límites claros. Puede ser útil recomendar ayuda profesional.
10. Fomentar estrategias de gestión saludables
Recuérdales que la plataforma IMPROVA ofrece una variedad de recursos para enfrentar desafíos.
Sugiere actividades que promuevan la relajación y el bienestar, como pasar tiempo con amigos, llevar un diario o practicar actividad física.
Además, puedes proporcionar recursos adicionales o sugerir programas o talleres escolares que se enfoquen en la salud mental y el bienestar integral de los estudiantes.
**11. Buscar formación **
Participa en cursos de desarrollo profesional relacionadas con la salud mental adolescente para comprender y apoyar mejor a los estudiantes.
Mantente informado sobre las posibles señales de problemas emocionales y cuáles pueden ser estrategias de intervención efectivas.
12. Trabajar con el personal escolar
Colaborar con orientadores/as y/o psicólogos/as escolares, trabajadores sociales y otro personal para desarrollar un plan de apoyo integral para el estudiante.
Asistir a reuniones de los casos para mantenerse al día sobre el progreso y necesidades del estudiante.
Elementos clave de una gestión eficaz del aula
1. Expectativas de comportamiento
Las expectativas de comportamiento son fundamentales para fomentar un entorno positivo en el aula. Cuando estas expectativas son claras y visibles, es más probable que los estudiantes las cumplan. Un ejemplo de expectativas de comportamiento puede incluir ser puntual y esforzarse al máximo en todas las tareas.
Tener expectativas de comportamiento bien definidas ayuda a minimizar interrupciones y maximizar el tiempo de instrucción, además de contribuir a crear un ambiente de aula respetuoso y positivo. Es importante revisar y actualizar periódicamente estas expectativas para asegurarse de que sigan siendo relevantes y efectivas.
Para lograr que se cumplan estas expectativas de comportamiento, es beneficioso establecer y hacer cumplir las reglas del aula.

2. Reglas del aula
¿Por qué son importantes las reglas del aula?
Las reglas del aula son cruciales porque delinean las expectativas de comportamiento para los estudiantes en ese espacio desde el principio. Esto ayuda a los estudiantes a entender qué pueden hacer para tener éxito y cómo se evaluará su comportamiento. Las reglas más efectivas se centran en promover el comportamiento positivo, permitiendo más oportunidades para reforzar y alentar dicho comportamiento.
Cómo hacer las reglas


Involucrar a los estudiantes en la creación de reglas
Para desarrollar reglas efectivas del aula que se alineen con las expectativas de comportamiento, involucra a los estudiantes en el proceso. Anímalos a generar ideas sobre qué reglas son necesarias para cumplir con las expectativas. Colaborar en la creación de reglas fomenta un mayor compromiso y una actitud positiva hacia las reglas.
Estableciendo expectativas y reglas iniciales
Comienza con entre 3 y 5 expectativas clave de comportamiento. Para cada expectativa, crea de 1 a 3 reglas específicas. Este número manejable asegura claridad y enfoque desde el principio.
Características de las reglas efectivas

Exhibiendo las reglas
Una vez que se crean las reglas, agrega elementos visuales para mejorar la comprensión y la memoria. Exhibe las reglas de manera prominente en el aula donde todos los estudiantes puedan verlas fácilmente.
3. Rutinas del aula
Las rutinas del aula establecen pautas para eventos y procedimientos recurrentes, creando un entorno predecible y ordenado para la clase. Ejemplos de estas rutinas incluyen cómo deben los estudiantes solicitar permiso para usar el baño durante una lección y qué pasos seguir si tienen una pregunta.
Beneficios de las rutinas del aula
Ahorro de tiempo: Las rutinas eficientes agilizan las actividades al aula.
Reducción de interrupciones: Procedimientos claros minimizan las distracciones.
Ayudan a tener un flujo continuo: Las rutinas facilitan el desarrollo ininterrumpido de las actividades.
Mejorando la previsibilidad: Rutinas consistentes proporcionan un sentido de orden y previsibilidad.
Enfocándose en el refuerzo positivo: Se puede dedicar más tiempo en el aula a fomentar comportamientos y aprendizajes positivos.
Fomentando la independencia: Las rutinas ayudan a los estudiantes a aprender a gestionar sus tareas de forma autónoma, aumentando así su independencia.

Revisando y modificando rutinas:
Al igual que las expectativas de comportamiento y las reglas del aula, las rutinas deben revisarse y modificarse periódicamente según sea necesario para que sigan siendo efectivas y relevantes.
4. Autorreflexión

Beneficios de la autorreflexión
Mejora de prácticas: Reflexionar sobre lo que funciona y lo que no permite a los docentes afinar sus métodos de enseñanza y la gestión del aula.
Mayor Conciencia: facilita que los educadores sean más conscientes de sus fortalezas y áreas de mejora.
Crecimiento Profesional: La autoevaluación continua promueve un desarrollo profesional constante y enriquecedor.



Estrategias para una autorreflexión efectiva
1. Reflexión regular
- Reserva tiempo regularmente para reflexionar sobre tus prácticas de enseñanza y gestión del aula.
2. Uso del coaching
- Colabora con un coach para obtener nuevas perspectivas y retroalimentación constructiva.
3. Evaluación colaborativa
- Discute y evalúa tus prácticas con compañeros/as para obtener información y compartir estrategias.
4. Definir metas
- Establece metas específicas basadas en tus reflexiones y trabaja para lograrlas.
Al incorporar la autorreflexión en la rutina, los docentes pueden mejorar continuamente su efectividad y crear un ambiente de aula más positivo y productivo.